José M. Martínez predicando desde el púlpito de la iglesia en Barcelona en el año 1989.
El culto memorial comienza con un preludio musical al piano por David Andreu
y las palabras de bienvenida están a cargo de Francisco Mira.
La congregación canta “Alma, bendice al Señor”,
un himno muy especial en la vida de José M. Martínez y de la iglesia.
Seguidamente Higinio Cortés encomienda el culto en oración.
Pablo Martínez, hijo de José M. Martínez, comparte las palabras de gratitud
recibidas de diferentes organismos evangélicos.
Daniel Giralt-Miracle expresa palabras de gratitud en nombre de la iglesia.
Elisabet Martínez, hija de José M. Martínez, comparte unas palabras en nombre de los hijos,
finalizando con el himno “Roca de la eternidad”.
Testimonios de reconocimiento de Juan Antonio Monroy (no pudo estar pero se leyó una carta suya),
José de Segovia y Manuel Rodríguez, seguidos por una oración de Iolanda Sintes.
Testimonios de reconocimiento de Stuart Park y de Pablo Wickham,
seguidos por una oración de David Burt.
El organista David Andreu dirige el himno
“Sublim fou la Gràcia del Senyor” (Sublime gracia del Señor).
Pablo Martínez presenta el libro “Cristo, el incomparable”,
uno de los primeros libros escritos por José M. Martínez.
Al finalizar el culto se obsequia a los asistentes con ejemplares dedicados especialmente para la ocasión.
Pablo Martínez comparte el mensaje “LOS PILARES DE LA FE”.
Las palabras del himno “Descanso en ti” resonaron con el último canto congregacional.
José M. Martínez:
constructor de un templo, edificador de muchas almas.
“PREDICAMOS A CRISTO”
Procuró siempre ser cristocéntrico en todas las facetas.
José M. Martínez (pastor, maestro, mentor y escritor)
en el púlpito de la iglesia en Barcelona.